Hoy en día, todos los directivos aceptan que el conocimiento es la materia prima esencial que justifica sus resultados de negocio y el desempeño de sus trabajadores.
Una organización no es viable si no cuenta con una estrategia para gestionar adecuadamente su activo más valioso y a la vez, más esquivo.

Lo paradójico es que esos mismos directivos y sus organizaciones, no disponen todavía de un lenguaje consensuado qué de respuesta a dos aspectos fundamentales:

¿Qué es conocimiento? · ¿Qué es gestión del conocimiento?

Esa falta de consenso dificulta el proceso de gestión ya que la noción “conocimiento” apunta a conceptos diversos y en ocasiones contradictorios, que conducen irremediablemente a confusiones y dificultades.

Catenaria propone tres etapas:
1.
Identificar los activos de conocimiento: Para gestionar el conocimiento primero debes saber qué conocimiento gestionar. Para lograrlo, existen metodologías y técnicas (Talleres de KM, Mapas de conocimiento crítico, Modelos de Maduración, Drivers de Conocimiento, etc) que partiendo del mapa estratégico de la organización permiten identificar el conocimiento de una organización y conocer su estatus.
2.
Hacer gestión de dichos activos: Una vez identificados los activos de conocimiento , hay que hacer gestión de los mismos. Aquí es donde entran en escena los Modelos de Gestión del Conocimiento (escritorio inteligente/matriz de control) y las herramientas de Gestión del Conocimiento.
3.
Transitar hacia una organización que aprende

Estos talleres tienen la finalidad de consensuar al interior de la organización un lenguaje y un entendimiento común respecto del conocimiento, como activo estratégico, la gestión del conocimiento, las estrategias para su gestión y las herramientas y modelos disponibles para lograrlo.

A través de este taller se ayuda a las organizaciones a identificar y priorizar cuál es su conocimiento crítico a partir de un análisis de su estrategia, de sus indicadores de gestión y de su cadena de valor.

Las organizaciones acumulan gran cantidad de conocimiento en forma de historias que dan cuenta de su enorme expertise. Este taller trabaja sobre las distintas posibilidades para sacar provecho de las historias como elemento de aprendizaje.

El aprendizaje es hoy una de las habilidades esenciales de las organizaciones modernas. Sin embargo, en muchas ocasiones los esfuerzos realizados en los procesos de capacitación no entregan los resultados esperados y la razón tiene que ver con actividades que no han sido diseñadas, teniendo en cuenta que las personas aprendemos haciendo.

Las organizaciones acumulan una gran cantidad de conocimiento que resulta casi imposible de gestionar en su totalidad.
Con objeto de priorizar las acciones, es que se construye el Mapa de Conocimiento Crítico y Expertos, que reflejan cuáles son los activos y personas más estratégicos por su impacto sobre el negocio.

Siendo el conocimiento un activo esencial, toda organización necesita contar con un diagnóstico exhaustivo que le permita conocer cuál es su línea base y en qué nivel de madurez se encuentra respecto al aprendizaje y la gestión del conocimiento.

Una vez que una organización reconoce cuáles son sus conocimientos críticos, es necesario diseñar las estrategias y modelos que permitan su gestión, y así, transitar hacia una organización que aprende.