| Ni  contigo ni sin ti, tienen mis males remedio, contigo, porque me matas y sin ti,  porque me muero (copla popular)Aunque parezca un contrasentido, la tecnología por  sí misma no va a arreglar la educación pero sin ella, no es posible solucionar  el problema. Es evidente que añadir tecnología a un modelo que no funciona, no  solo no lo mejora sino que lo empeora. Sin embargo, repensar la educación a  partir de las posibilidades que brindan las TICs abre un escenario radicalmente  distinto, además de esperanzador. El modelo educativo actual está limitado por las restricciones impuestas por las tecnologías imperantes en una época remota. Los  libros, la pizarra y la tiza son tecnologías anticuadas que en su momento  fueron innovadoras y que explican que todavía trabajemos con aulas, horarios,  cursos, asignaturas o exámenes y aun necesitemos que alumnos y profesor  coincidan en el mismo lugar y a la misma hora. Por fortuna, la situación está  cambiando.
 Últimamente, me he dedicado a recoger ejemplos  de iniciativas que proponen un sistema educativo diferente, algo que muchos consideran  una herejía: 
                      Los  jesuitas eliminan las asignaturas, exámenes y horarios de sus colegios. Una de las instituciones educativas más reconocidas y  poderosas del mundo decide eliminar  las lecciones magistrales y revolucionar el aula. Si  permitiésemos usar internet en un examen (no hay ninguna razón para impedirlo)  los curriculums tendrían que cambiar drásticamenteFinlandia  reforma su sistema educativo y elimina las asignaturas. El país que cuenta con el sistema educativo envidiado por  todos, anuncia que cambia su modelo hacia situaciones prácticas. Elemental. El  mensaje que transmiten los finlandeses es demoledor: “Nos importa un bledo el ranking PISA, no queremos hacer mejor lo que  ya hacemos sino que queremos hacer bien lo que de verdad es importante”. El  director de Innovación e Indicadores de Progreso de la OCDE, Dirk van Damme, afirmó  que "la idea de tener asignaturas  como Matemáticas, Lengua e Historia dentro del currículo no va a durar  mucho"El  Informe Pisa es lo más dañino de la historia de la educación Cada vez son más los especialistas que se atreven a  denunciar que los tests y los exámenes están matando la educación,  convirtiéndola en un negocio cuyo objetivo es decidir qué colegio entrega el  mejor “producto” (promesa de que los  niños obtendrán notas altas) y puede así cobrar más caro y rechazar a aquellos  alumnos que lo ponen en riesgoEsta escuela  en Francia, sin profesores ni libros ni pago de matrícula revoluciona el país, formando ingenieros de software de  primer nivelDado que el 40%  trabajadores en EEUU serán freelance en 2020, este experto finlandés propone enseñar  a los universitarios a crear sus propios puestos de trabajo. Claro que para eso, quienes enseñan en la universidad  tienen que saber de emprendimiento, creatividad y armar empresas, algo muy poco  frecuente….En esa misma  línea, la Universidad  de Mondragón exige, en una de sus carreras, crear una empresa para poder aprobar Profesores  que no siguen el guion y 'huyen' del  método de enseñanza tradicionalEste catedrático  reconoce que los  alumnos deben escoger sus asignaturas En esta charla  de TED, se demuestran las  enormes posibilidades de utilizar la realidad virtual para generar experiencias  y aprender¿Quiénes están  liderando el cambio educativo? ¿Los viejos dinosaurios que llevan toda la vida dominando,  igual que los dirigentes de la FIFA, un sistema que les acomoda? No, en la  mayoría de casos son jóvenes  emprendedores La escuela  del futuro implica,  necesariamente, grandes cambios a nivel arquitectónicoY por si fuera  poco, lean esta carta al director de una ciudadana de a pie titulada No  somos maquinas. No hace  falta ser experto en educación para darse cuenta de lo absurdo del sistemaEn el caso de  los adultos, la situación es idéntica como demuestran estos 3 ejemplos: con el  futbol de actualidad gracias a la Copa America, la selección de Chile  entrena con Playstation. En la  Casa Blanca, han solicitado construir  una falsa Casa Blanca para entrenamiento simulado. Y como reconocen las  Fuerzas Armadas, una de las organizaciones más antiguas del mundo, el mejor aprendizaje se realiza  sobre el terreno  ¿Será casualidad que aparezcan  tantas iniciativas que desafían el status quo? Desde hace ya tiempo, criticar  el sistema educativo es el deporte de moda, liderado por los más pintorescos  actores, tengan o no relación directa con la educación. Lamentablemente, los  resultados de tan frenética actividad acusadora han sido casi nulos. Fíjense en  el titular de uno de los principales periódicos en Chile: “Más del 74% de los futuros profesores sacó menos de 600 puntos en la PSU”. ¿Ignorancia o maldad? La educación tiene problemas  evidentes que no tienen nada que ver con lo que sostienen la prensa y los  políticos. La aberración de evaluar un modelo educativo en función de los resultados  de pruebas estandarizadas que se realizan a nivel nacional (SIMCE, PSU,  
					Selectividad,
					 SAT…) o internacional (PISA) es justamente lo que nos impide  salir del agujero negro en que nos encontramos. Es muy simple culpar a los  profesores por estar mal preparados o a los alumnos por no estudiar lo  suficiente. Pero si la educación está fracasando es porque no es capaz de cumplir con  la promesa de preparar a los jóvenes para el mundo en el que se tendrán que  desempeñar. Reiteradamente, sostengo que los principales problemas de la  educación son dos:1. Qué enseñamos. Cada vez más personas reconocen que apenas existe  relación entre lo que se enseña en el colegio y la universidad y lo que los  jóvenes se encontrarán en su vida adulta ¿Es lógico insistir en que los niños y  los profesores se esfuercen en estudiar y enseñar asignaturas y contenidos irrelevantes  para la vida personal, laboral y social?
 2. Cómo enseñamos. Existe consenso respecto de que aprendemos haciendo,  cometiendo errores y reflexionando para corregirlos. ¿Es sensato seguir usando  metodologías de aprendizaje obsoletas y que contradicen los objetivos del  proceso educativo? ¿Por qué no enseñamos practicando en lugar de escuchando?
 Discutir acerca del rol de las  TICs en la educación no ha sido un ejercicio que se realizase públicamente sino  más bien un asunto reservado a docentes y especialistas en la materia. Pero también  este ámbito está cambiando. En la edición del mismo día, me topé, en el diario  El País, con 2 artículos sobre educación y TICs: “La tecnología y la transformación de la escuela” firmado por el jefe de la división de políticas  sectoriales, TIC y educación de la Unesco y “Siete razones por las que se debe encender el móvil en clase”. Hace solo 5 años, algo así hubiese sido impensable.  ¿Se estarán colocando las esperanzas de mejorar la educación sobre las anchas  espaldas de la tecnología? Tendremos que estar muy atentos, ya que la siguiente  trampa será exigir a las TIC la responsabilidad de resolver este entuerto. La  paradoja es que esos problemas, a pesar de no ser causados por las TICs,  difícilmente se pueden resolver sin tecnología. Por suerte, se dan varias  condiciones que van a favorecer que la situación cambie de forma irreversible: 1. La necesidad de aprender no  está en discusión, mientras sí lo está la forma en que hacemos que las personas  aprendan. No hay nada más importante que aprender pero el error radica en cómo estamos  enfrentando ese proceso, olvidándonos de la manera en que ocurre naturalmente. Las instituciones educativas han sido las más reticentes  a la hora de innovar, lo que a estas alturas resulta insostenible. Si el mundo  asistió atónito al impacto de internet en sectores como los medios de  comunicación, los viajes, el entretenimiento o la música, ahora le ha llegado  el turno a la educación. Igual que es inconcebible trabajar y vivir sin el  apoyo de la tecnología, va a resultar imposible aprender sin tecnología. Hasta  hace poco, las posibilidades de innovar en educación estaban condicionadas por  las limitaciones físicas y geográficas antes mencionadas: la obligación de  concurrir diariamente a una sala de clases cercana al lugar de residencia de  alumnos y profesores. Hasta el desembarco de internet, las reglas en la  educación parecían inmutables (profesores que enseñan asignaturas, alumnos que  estudian y hacen tests) pero las TIC se han convertido en un elemento que lo va  a trastocar todo. Todos sabemos que la educación no tiene lugar únicamente en  un aula. Para los que llevamos tiempo con esta cruzada, a comienzos de este  mileno y en plena eclosión de internet, el escenario no era tan auspicioso y la  resistencia de muchos estamentos a la tecnología era frontal. Quienes antes se  oponían tajantemente, hoy preguntan ¿cómo puedo integrar las TIC en mi sala de  clase? Isaac Asimov afirmaba 
					“No
					 tengo miedo de los computadores, tengo  miedo de la falta de computadores”.  2. El computador tiene el  potencial para alterar la naturaleza de la educación, modificando Qué se enseña  y Cómo. Tras 8 siglos de monopolio, el libro está siendo desafiado por las  pantallas. Jostein Gaarder, autor de “El mundo de Sofía” declaraba que no  necesitamos libros pero sí las historias ya que lo relevante  es el contenido y no el contenedor. Es urgente entender que aprender no tiene  nada que ver con acumular información sino con acumular  experiencias. Internet está repleto de información pero no de conocimiento. La web es,  hoy por hoy, un gran medio de distribución de información pero todavía muestra  debilidades a la hora de provocar experiencias. Resulta descabellado  que el papel de los profesores sea transmitir información (algo en lo que nunca  podrán competir con los computadores)  en lugar de convertirse en diseñadores de experiencias. Dado que el desafío ya  no es acceder a la información sino cómo aplicarla, defender una educación  centrada en la entrega de información no tiene sentido. Hay que exigirle que  entregue habilidades, que garantice saber hacer. La tecnología permite justamente  hacer todo aquello que las aulas presenciales no permiten. Si aprendemos  haciendo, un computador es precisamente una herramienta para hacer y no para leer o mirar, para eso  ya tenemos tecnologías arcaicas como el libro o la televisión. Ante un  computador es difícil quedarse dormido, permanecer pasivos y aburrirse. El computador invita a actuar, a hacer y  nos entrega el poder de elegir el camino que nos interesa, nos concede el  privilegio de decidir.Ahora bien,  pulsar íconos no es sinónimo de Interactivo. Aprendizaje  virtual no significa leer en la pantalla del computador lo que antes leíamos en  un papel. Ni multimedia (animaciones, sonidos, imágenes, videos) o redes  sociales son sinónimo de aprendizaje. Hemos estado acostumbrados a tratar a los  alumnos como oyentes que consumen lo que se les ofrece sin opción de escoger,  obligados a escuchar sin poder practicar, robándoles la posibilidad de  arriesgarse y equivocarse, de tomar decisiones y comprobar sus consecuencias.  ¿Cómo esperamos que generaciones que crecen con los videojuegos, el teléfono  móvil e Internet sientan atracción por los monólogos aburridos de un profesor?  ¿Qué tiene de divertido, de motivante, de retador? Una película te muestra una  situación mientras un videojuego te hace vivirla. Hemos pasado de una  
					  generación
					   de espectadores dominados por la televisión y la radio, a una de  actores, devotos del computador, la consola y el smartphone, que ya no se  conforman con sólo mirar, sino que quieren actuar y que esperan que el aprendizaje  sea colectivo.
 3. La pregunta que debemos hacernos respecto de la tecnología es ¿qué me  permite hacer que no podía hacer anteriormente y que mejora el aprendizaje? El aspecto  crucial es que nos facilita que cada uno pueda escoger cómo quiere  aprender: si prefieres empezar accediendo a la teoría e investigando, puedes  hacerlo. Si prefieres empezar por ver cómo se hace, puedes observar un ejemplo.  Si prefieres practicar pero, paso a paso, y con ayuda de alguien, puedes  hacerlo. Y si quieres tirarte a la piscina y empezar experimentando, puedes  hacerlo.  “El  computador es un medio de expresión humana y si todavía no tiene sus  Shakespeare, Miguel Angel o Einstein, pronto los tendrá” (Seymour Papert).Predecir el impacto de la  tecnología en nuestras vidas no deja de ser arriesgado. ¿Llegaremos a  desarrollar relaciones afectivas con los computadores como muestra la película Her? ¿Qué porcentaje de la experiencia educativa será virtual?  ¿Sustituiremos a los profesores por robots como este experimento en una universidad china? ¿Qué  impacto tendrá la inteligencia artificial en el  aprendizaje? Evidentemente, no va a cambiar el Cómo aprendemos sino que, al  contrario, va a acelerar el proceso de brindar experiencias en lugar de  contenidos que es justamente la razón por la que están floreciendo los juegos  como alternativa educativa irresistible. Lo que sí cambiará drásticamente es el  Qué enseñamos. Sabemos que todo proceso de aprendizaje tiene por objetivo  prepararte para lo que tendrás que enfrentar después y, por ende, tiene que ser  lo más parecido posible. Pero, además, tiene que consistir en practicar lo que  te espera para que cuando lo enfrentes, sepas hacerlo. La oportunidad que nos  ofrecen las TIC no consiste en mejorar lo que tenemos sino en hacer cosas que  hasta ahora no sabíamos ni podíamos hacer. Ya no tendrá ningún sentido  memorizar las ingentes cantidades de datos, conceptos, teorías, etc. que forman  parte de los inacabables curriculums actuales porque Google lo hace mejor que  nosotros. La pregunta que va a hacer realmente apasionante el debate educativo  en los próximos años será ¿Qué es importante aprender y 
					  cuál
					   es la mejor manera  de hacerlo? La tecnología no es la solución pero sin tecnología no hay solución  posible. Las TICs son el medio para cambiar  la educación, pero mejorarla dependerá de las personas.
 El jueves 9 de julio  participaremos en la conferencia TEDx “La organización del caos” organizada por la Facultad de Ingeniería de la Universidad Diego  Portales con la charla “Eres más inteligente que la empresa para la  que trabajas”  
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