E D I C I Ó N - N ° 23 - FEBRERO - 2 0 0 8
 
 
 
Ponemos la metodología, experiencia y planteamientos de clase mundial
del Dr. Roger Schank, fundador de Socratic Arts, a disposición de las
organizaciones latinoamericanas.
 

APRENDIZAJE JUST IN TIME
Javier Martínez Aldanondo,
Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria
jmartinez@catenaria.cl

 

El miércoles 14 de noviembre de 2007 a las 12:40, un violento terremoto grado 7,7 en la escala Richter, sacudió la norteña ciudad chilena de Tocopilla. Durante 95 interminables segundos, la población entera se estremeció mientras la tierra temblaba a sus pies, las casas se deformaban como si estuviesen hechas de plastilina y el pánico de apoderaba de todos.
La semana del 20 de febrero tuve la oportunidad de conocer Tocopilla gracias a un interesante proyecto de Gestión del Conocimiento que hace tiempo está llevando a cabo una empresa eléctrica que tiene allí la central térmica más grande del país. Los efectos del terremoto son todavía muy evidentes y como es lógico pensar, ninguno de los que vivió tan amarga experiencia la va a olvidar jamás: dónde estaban cuando ocurrió, qué hicieron en ese instante, qué sintieron y cómo vivieron las innumerables réplicas, etc. En otras columnas http://tokland.com/elearning/?p=120 y http://tokland.com/elearning/?p=116 he insistido en que "Aprender es recordar".
Para llegar a Tocopilla, hay que tomar un vuelo a Antofagasta y luego recorrer los posteriores casi 200 km por carretera. Son 2 horas de travesía por un paisaje monumental, apabullante, una mezcla de paraje volcánico repleto de grandes y escarpados roqueríos con un territorio cuasi-lunar donde no se divisa un sólo árbol (está junto al desierto de Atacama que es el más seco del mundo), todo ello bordeando el océano Pacífico lo que crea un efecto verdaderamente indescriptible. Una cosa llamó poderosamente mi atención y es que a lo largo de toda la carretera, existen una elevadísima cantidad de "animitas" que son una especie de pequeños altares de no más de 50 cm de alto y que fueron levantados en memoria de alguna persona que murió en ese punto del camino, posiblemente fruto de algún accidente de tráfico, y que son mantenidos por sus familiares. Cuando pasaba junto a las primeras animitas, me resultó imposible no preguntarme ¿Qué le debió pasar a la persona que murió aquí?. Ya que esta columna tiene que ver con el aprendizaje, las siguientes preguntas que me hice y que realmente nos conciernen eran ¿Me podría pasar lo mismo a mí? ¿Cómo podría aprender de lo que le ocurrió para evitar que me pase? La verdad es que, dado que las animitas no hablan, no puedo aprender nada de lo que en su momento sucedió y por tanto perfectamente podría yo ser víctima de la misma desgracia. Si en el instante que cruzaba aquella zona me hubiesen concedido el deseo de crear un invento mágico, hubiese ideado un instrumento inteligente que a medida que me acercase a cada animita me previniese de las peligrosas consecuencias de ejecutar determinadas maniobras, basándose precisamente en el análisis de los accidentes previos. Mis deseos todavía no se hacen realidad pero en este mundo de los GPS, en que hay más teléfonos móviles que fijos, donde cada accidente da lugar a un atestado y a que entren en escena las compañías de seguros, no parece tan difícil pensar que dicho sistema, que aprende de lo que ocurre, sea pronto posible. Ahora bien, la clave no es que ese sistema se haga realidad sino que toda su esencia se basa en que me ayudase justo en el momento en que yo lo voy a necesitar, no 3 días antes ni 2 semanas después cuando su aporte resulta inútil. La cuestión decisiva es ¿Cómo me apoyas ahora que tengo un problema?
Con el mundo de los negocios pasa algo muy parecido: llegar con un producto o servicio antes de tiempo (antes de que exista un mercado interesado) es garantía casi segura de fracaso pero llegar después también te condena a luchar en inferioridad de condiciones en un ámbito donde otros muchos tienen importantes ventajas sobre ti.

Esto nos conduce inexorablemente a reflexionar sobre algunos elementos muy interesantes:

  1. El momento adecuado para tratar de enseñar algo a alguien es cuando esa persona quiere aprender y eso lo decide ella y no un profesor, sus padres o su jefe. Eso quiere decir que la motivación es un factor capital para aprender pero que raramente se tiene en cuenta. Los profesores creemos que los alumnos quieren aprender lo que nosotros les queremos enseñar y eso es mentira, quieren aprender lo que a ellos les interesa. Cuántas veces nos decimos "si hubiese sabido en ese momento lo que sé ahora …". Somos lo que hemos aprendido y seremos lo que seamos capaces de aprender. Cuando eras niño, ¿Te interesaba aprender el catecismo o la revolución francesa? ¿Me hubiesen interesado las animitas entonces?

  2. El colegio y la universidad no entienden bien está lógica y se esfuerzan en tratar de enseñar multitud de cosas que NO hacen falta, NO enseñan otras que sabemos resultarán imprescindibles y las que si lo son, generalmente no las enseñan cuando de verdad lo necesitas. Yo estudié Derecho y tengo 2 hijos. Aunque no pude estudiar para ser padre, reconozco que resulta mucho más fácil ser abogado que padre. El problema es que las empresas cometen demasiadas veces el mismo error (una demoledora estadística de Gartner Group indica que el 70% del gasto en formación no sirve para desarrollar objetivos de la organización, es decir, no sirve para nada). La pregunta principal para diseñar un currículum no es qué deben saber los alumnos sino qué deben saber HACER porque el saber es infinito. Muchas materias se estudian por si algún día te hacen falta (" no puede hacerte daño" o "el saber no ocupa lugar"). Podríamos denominarlo aprendizaje just in case (por si acaso). Cuando buscas algo en Google, no es muy importante que te arroje 1.000 entradas sino que encuentres las que son relevantes para ti. Una de nuestras principales obsesiones en los proyectos de implementación de sistemas informáticos es que la formación a los usuarios sobre dichos sistemas se ejecute lo más cerca posible del momento en que los van a utilizar y donde puedan practicar sobre el propio sistema y no aprender manuales de memoria. Obvio, ¿verdad? Pues no crean que tanto …

  3. La movilidad y la ubicuidad van a jugar un rol fundamental dado que la urgencia la determina la situación, el problema que debo resolver en este preciso instante y para el cuál no tengo solución por lo que necesito aprender. Se trata de un problema de Timing. Lo crucial no es la distancia (dónde) sino el tiempo (cuándo, es decir, ahora). Ni siquiera el formato importa demasiado (puede ser que necesite desde acceder a un experto, revisar un checklist o descargar un mini video clip de demostración). Lo que debe responder una organización es ¿Cómo ayudo a mis empleados a resolver los problemas que tienen cada día cuando surgen? El director de RRHH de un gran banco reconocía hace poco que gran cantidad de personas que comprometen su asistencia a distintos cursos ofrecidos por la organización, no asisten finalmente a los mismos a pesar de se haya desembolsado el dinero de los billetes de avión, reservas de hotel, honorarios de los formadores, materiales, etc. Lo que parece claro es que un curso de 1 semana de duración que tendrá lugar el mes que viene no es la mejor solución para el problema que tengo hoy en la oficina.

  4. En relación a la ubicuidad hay que ser consciente que aunque la tecnología no pone apenas restricciones, los dispositivos móviles son todavía relativamente limitados ya que involucran muy tímidamente los diferentes sentidos (si lo comparamos por ejemplo con una consola de videojuegos) y dejan "hacer" muy poco al usuario (por eso no creo en la TV como herramienta educativa). No perdamos de vista que la razón de ser de la tecnología es precisamente "prolongar" el alcance de mis sentidos (TV para donde no llegan mis ojos, teléfono donde no llega mi oído, coche y avión donde no llegan pies, PC donde ojala no llega mi cerebro). Posiblemente una de las grandes aportaciones de la tecnología es que para aprender ya no dependo de la oferta que existe en el lugar geográficamente cercano a donde estoy sino que puedo acceder a cualquier fuente, donde esté y a la hora que esté. Lo que empieza a ocurrir es que es el usuario el que quiere tener la libertad de escoger cuando y cómo quiere aprender y no tener que desplazarse a un sitio a aprender, sino que el aprendizaje me encuentre y venga a mí. Los medios tradicionales (la TV, el periódico o un aula) son unidireccionales, te envían contenidos sin preocuparse por cómo lo recibes tú y qué haces con ellos. Hasta hace poco, el texto y la palabra eran los predominantes hasta que el lenguaje audiovisual generó una revolución que hasta la fecha nos ha llevado al mundo de YouTube y promete seguir creciendo. Ya no hay apenas excusas para no recibir una enseñanza personalizada, aprendizaje a la carta: si hoy me visto como quiero, como lo que quiero y donde quiero, entonces necesito aprender lo que quiero (porque me interesa o porque lo necesito) por los medios que yo prefiero (vídeos, imágenes, simulaciones, juegos….) y de quien yo quiero (inteligencia distribuida y aprendizaje colaborativo).

  5. Decíamos anteriormente que aprender es recordar. En ese caso, la única manera de verificar si aprendiste algo no es en el momento que resuelves el problema (por ejemplo si hago caso del dispositivo inteligente que me avisa que si no reduzco la velocidad a 70km/h en la siguiente curva, tengo un 85% de posibilidades de salirme de la carretera y terminar en una silla de ruedas) sino la siguiente vez que enfrento dicha situación y soy capaz de resolverla sin necesidad de que el sistema tenga que actuar de nuevo. En pocos meses empezaré a construirme mi segunda casa ¿Habré sido capaz de aprender de lo que me ocurrió durante la construcción de la primera? Hoy día, nuestro cerebro cada vez se ve obligado a acumular y procesar más y más información (el síndrome de la acumulación donde tratas de guardar todo tipo de documentos con la esperanza de tener un rato para leerlos con calma y digerirlos pero la realidad va demasiado rápido).

  6. Es muy relevante reconocer cuando se dispara el aprendizaje: Las personas somos un conjunto de expectativas; cuando dichas expectativas se cumplen, no reparas en ello y continuas adelante pero cuando no se cumplen es cuando se abre la ventana del aprendizaje porque es justo en ese momento cuando estás dispuesto a entender por qué y por tanto a aprender. El aprendizaje surge de la confusión. A finales de febrero tuve la ocasión de cenar en el restaurante Mugaritz www.mugaritz.com Situado a escasos 15 minutos de San Sebastián, en pleno corazón del País Vasco, en abril de 2007 se ubicó en 7ª lugar entre los 50 mejores restaurantes del mundo (cuenta con 2 estrellas Michelin) y su cocinero Andoni Aduriz está catalogado como uno de los más prometedores del panorama internacional. Al poco tiempo de comenzar a cenar, busqué por toda la mesa el salero para condimentar uno de los platos que nos sirvieron y mis expectativas fracasaron estrepitosamente. No había sal, ni pimienta, ni aceite ni vinagre, no entendía nada … Aprendí que existen restaurantes donde el chef no permite que el comensal modifique el gusto de los manjares que prepara y la próxima vez que me ocurra algo similar, no me sorprenderá puesto que sabré cómo explicármelo (o llevaré un salero en mi chaqueta). Las personas no acumulamos datos sino casos y tener casos conduce a tener expectativas sobre cómo ocurrirán las cosas. Bajo el aprendizaje siempre hay un objetivo. Si tienes un objetivo (echar sal a la comida), entonces estás interesado en aprender para alcanzarlo pero claro, deben ser tus propios objetivos y no los de otro.

  7. Algo que empieza a convertirse en una obsesión para las empresas (y con razón) es la repetición de errores. Si hay algo por lo que las empresas pagarían una fortuna, es por aquella persona que fuese capaz de predecir lo que va a ocurrir: qué producto va a funcionar, cuanto va a vender, con qué márgenes, en qué mercados, etc. La capacidad de anticipar lo que va a ocurrir, de especular sobre el futuro se basa en gran medida en la reflexión sobre el pasado y las organizaciones acumulan gran cantidad de información y de inteligencia sobre ese pasado que apenas son capaces de explotar. Poco de lo que ocurre diariamente en una compañía es totalmente novedoso, existen muchas opciones de que alguien lo haya vivido previamente. En realidad, el Aprendizaje Just in Time consiste en llevar la información adecuada a la persona correcta en el momento preciso: es decir, una definición bastante acertada de Gestión del Conocimiento.

Fijaos en estos 2 mails que recibí hace escasos días de 2 entidades bastante reconocidas:

Primer mail:
Estimado miembro de nuestra comunidad:
Te invitamos a nuestro workshop gratuito: ¿Qué es la Certificación PMP y cómo me preparo para el examen?
Agenda:
1. Workshop explicando en qué consiste el proceso de certificación PMP (Project Management Professional) del PMI.
2. Demo del SIMPMP, un simulador de preguntas del Examen PMP en español que permite practicar en forma intensiva con un banco de datos de más de 300 preguntas en español. El programa mide el tiempo utilizado para las prácticas, lo cual permite tomar conciencia del ritmo requerido, de 72 segundos en promedio por pregunta. Una vez rendido y evaluado cada examen, se habilita la opción de ver una explicación de cada pregunta. Las preguntas cubren todos los temas de examen, han sido desarrolladas muy cuidadosamente, y son de una dificultad muy similar a las reales. Esta herramienta posibilita medir de manera objetiva el grado de preparación del alumno para rendir el examen.
3. Descripción del nuevo Curso de Preparación Examen PMP con uso del simulador SIMPMP.

Segundo mail:
BALANCED SCORECARD
¡Ponga el Cuadro de Mando Estratégico a trabajar para su organización!
Un DVD de 45 min. + Manual de Trabajo por SÓLO 99€

¿Pero de verdad alguien piensa que se puede certificar una competencia tan compleja, sofisticada y sobre todo tan crucial en el día de hoy como es la Gestión de Proyectos mediante un examen con preguntas para las que se estima un promedio de 72 segundos? ¿Será posible hacer que funcione un Balance Scorecard con un DVD y un Manual? ¿Se estará volviendo la vida tan simple y yo no me he dado cuenta?
Las organizaciones actuales dependen de complejos sistemas que les proporcionan información de sus operaciones en tiempo real y que sobre todo les permita tomar decisiones al instante. Resulta difícil comprender que no implementen soluciones para aprender también en tiempo real. Aprender es igual que tener hambre, no sirve de nada que me llegue la comida cuando ya no tengo hambre ni tampoco recibir la que no me gusta o no puedo comer. El Just in Time es condicione necesaria pero no suficiente: lo que recibo debe ser sobre todo útil, pertinente .

En abril podremos intercambiar pareceres sobre estos temas con quienes asistan a Expoelearning en Barcelona ya que el jueves 3 impartiré una conferencia sobre Aprendizaje Just in Time http://www.expoelearning.com/paginas.asp?sc=conferencia_internacional_elearning y el día anterior impartiré un taller sobre Diseño de contenidos para formación http://www.expoelearning.com/paginas.asp?sc=conferencia_internacional_elearning

 
 

RONALDINHO Y EL LIDERAZGO PARA LA INNOVACIÓN
Marcelo Lasagna, Gerente Sector Público de Catenaria
mlasagna@catenaria.cl

 

ES INDISCUTIBLE que para la gran mayoría que quienes gustamos de la belleza en el fútbol, la manera de jugar del crack brasileño del Barcelona expresa cabalmente esa cualidad estética. La percepción sensorial de su juego es gozosa, evocadora de placer y expresión sublime de la excelencia y la armonía. Sin embargo, me atrevo a aventurar que no sólo es la percepción objetiva de la forma la que produce belleza, sino que también la personalidad de Ronni dentro del campo de juego. La manera de pararse en la cancha, la diversidad de los gestos de su cuerpo, el modo de mover la pelota, la relación que establece con sus compañeros, la idea de jugar para el equipo, de improvisar las jugadas, de intentar y convertir goles, y la forma de celebrarlos, son manifestaciones de una belleza bien concebida.

Las organizaciones del siglo XXI, inmersas en contextos de alta complejidad y en dinámicas de cambio permanente e incertidumbre, requieren de directivos que ejerzan un liderazgo que bien podría encontrar en las características de Ronaldinho Gaucho una buena metáfora para cultivar un nuevo estilo de conducir las organizaciones. La fuerza vital de la organización del siglo XXI es su flexibilidad, su potencial creativo y su capacidad de aprendizaje, que residen en el conjunto de las personas que trabajan en ella. Movilizar a estos colaboradores hacia un proceso de innovación continua será la clave del éxito de las organizaciones del futuro. Para conseguirlo, siguiendo la metáfora de Ronaldinho, los directivos, a mi juicio, deben desarrollar y fortalecer las siguientes competencias y habilidades:

Pararse bien en la cancha. El directivo debe desarrollar una visión sistémica de la organización. Mirar el conjunto y no sólo las partes. Esta visión debe encarnar un significado. Tener visión de futuro es crucial para el éxito de cualquier organización, puesto que todos los seres humanos necesitan sentir que sus acciones tienen sentido y están orientadas a objetivos específicos.

La diversidad de los gestos. Debe valorar y facilitar la creatividad, en especial mediante la diversidad y las actividades marginales: experimentos y excentricidades. Este nuevo liderazgo debe facilitar la emergencia de la novedad, lo que significa crear condiciones más que imponer direcciones. El liderazgo debe facilitar lo que Alfons Cornella describe como hibridación: la capacidad de conectar ideas que provienen de ámbitos diversos para llevarlas a nuevas aplicaciones.

Improvisación. El nuevo liderazgo promueve la flexibilidad. Es decir, la capacidad de abandonar las rutinas adquiridas e incorporar o desarrollar otras nuevas. Como diría Punset atreverse a perder masa para adaptarse a los cambios del entorno. En este sentido, la organización debe estar abierta a nuevos conocimientos e ideas y quien ejerce el liderazgo a promover -aunque parezca contradictorio- rutinas creativas.

La forma de mover la pelota, el pase conecta las partes con el todo. Es imprescindible que el nuevo estilo de liderazgo facilite la comunicación. Esto significa en especial crear y mantener redes de comunicaciones que permitan que la gente y la organización se conecten y conozcan mejor. La comunicación formal e informal es la base de los procesos creativos. Ni imaginamos lo que la gente sabe y puede dar para la organización.

La relación con los compañeros. Crear entornos de trabajo mental y emocionalmente saludables, en los que las personas sientan que están apoyadas en la consecución de sus propios objetivos, en lugar de tener que sacrificar su integridad personal para adaptarse a los de la organización. El liderazgo debe crear un clima de confianza y apoyo mutuo. Debe alinear las emociones personales con la misión y visión de la organización. La innovación requiere riesgo y atrevimiento. Para que ello se produzca se necesita pasión. Ningún proyecto sale del limbo sin una emoción y no existe ninguna decisión supuestamente lógica que no esté contaminada por una emoción, nos lo recuerda Eduard Punset.

Jugar para y con el equipo. El nuevo liderazgo debe usar el poder para conferir poder a otros más que para dominar. Todos los componentes del equipo asumen sus responsabilidades. Todos pueden y deben hacer goles. Quien ejerce el liderazgo, más que dar respuestas, debe hacer preguntas que propicien que los colaboradores asuman responsabilidades. El liderazgo debe alinear las acciones de los colaboradores con los objetivos de la organización de forma de crear valor.

Intentar hacer goles, convertirlos y celebrarlos. El liderazgo debe posibilitar la fecundación de ideas, pero por sobre todo, debe crear las condiciones para su puesta en marcha. Establecer desafíos, conseguirlos y celebrarlos, creando espacios de libertad que fomenten la creatividad y el intercambio a través del aprendizaje y del error. Debe llevarse a los espacios de trabajo la magia trasgresora de Dionisio.

El reto es gestionar la nueva organización del siglo XXI, aquella orientada ala innovación continua. Para ello se requiere un nuevo perfil de liderazgo basado en estas competencias. Ellas deben, además, ser poseedoras de una belleza como la que expresan los atributos de Ronaldinho: una mágica que vive sutilmente en la intuición y en la creatividad.

Las organizaciones del futuro, privadas o públicas, son las que crean conocimiento. En él están las posibilidades de riqueza y productividad. La creación de conocimiento es necesaria para reducir el estrés organizacional, para innovar, crear valor, aprovechar las oportunidades y mejorar las relaciones con los clientes-ciudadanos. Conseguirlo dependerá en medida importante de las personas que se pongan al frente de las organizaciones.

 
 

POLITICIANS DON'T GET IT, DO THEY?
Roger Schank, CEO Socratic Arts
roger@socraticarts.com

 

So, I was listening to the democratic presidential candidates debate (well, actually I was watching the NFL Playoffs but there was a set nearby with closed captioning) when there was an education question:

Q. If elected president, what would you do that would result in improved learning for all students in public school classrooms? Senator?

The first thing that is astounding is the question itself. Why should we expect a politician to understand anything at all about education and why do we think they can help? More importantly, why is this suddenly a presidential debate issue? How is it that all of a sudden the collective consciousness is so concerned with education? While I was pondering these issues, I was astounded to hear (well, see) the candidates' answers.

MR. BRADLEY Well, first of all, what I would do is look at education a
little more broadly. I think we should have a strong federal commitment to education. I think it should begin at birth and extend for a lifetime and be available for everyone. So I think we need a major investment in early education and early child care. I would get kids ready to learn by doubling the slots in Head Start.

Wow! This is truly impressive. First he claims that the reason kids are doing poorly in school is that they aren't prepared. There isn't enough school! That's the ticket! While I was gagging over that response, there was more.

I would then propose adding 600,000 great new teachers to the public schools of this country over the next decade. I would increase dramatically the number of after-school programs that are available to children in this country between the hours of 3:00 and 8:00, which is when most of the juvenile crime takes place.

In addition to more school in life, the day has to be longer, too! Then there is the crime issue. Now we know what school is really for, to keep the little buggers off the streets. But, the really cool part is the first line above. He wants to add a lot more teachers. OK, more teachers couldn't hurt, but 600,000 would hardly affect student-teacher ratios. Most of all, I like the "great new teachers" line. See, the real problem in the schools is that the teachers suck. (In fact this was echoed the very next day by the secretary of education who said almost exactly that.) These guys don't get it, do they? I get letters regularly from great teachers who are being manhandled by the system and aren't going to last long. Great teachers have trouble surviving the system you politicians have created, Bill.

The teachers aren't the problem. Nobody who is really smart and really cares about education would want to subjugate themselves to the increasing insanity about standards and testing. You don't need good teachers if all you want is drill and practice for tests.

But I think there are other things, too, that are relevant to education. I think when a child arrives at the first grade and hasn't had any health care and is sick, a good health care insurance is education policy as well. I think last year when 800,000 kids took a gun to school that sensible gun control is good education policy as well.

You've gotta love politicians. One second the question is education and the next second the answer is health care. Yes, Bill, some kids indeed are hungry and can't learn. The vast majority of the kids have eaten.

So you can look at education in terms of where people live their lives, and that's the way I look at it, or you can look at it as if it's some bureaucratic box that says education is unrelated to everything else we do in our lives. I think it's a different perspective on how we view education in this country. I have the perspective of life and I think the vice president has the perspective that it's a box called education.

Actually, Bill, education isn't a box, and it is also not our whole lives. The question was about school, Bill. The government is screwing up school by any number of methods that I have been complaining about in these columns. I see you have no answers at all, Bill. Let's see how Al did:

Q. Mr. Vice President?

MR. GORE Well, you're right that I've made it my top priority for investing in the future. And I'm proud to have the support of the Iowa teachers for this plan and for my candidacy.

In fact, I came here to Iowa . . . and presented a comprehensive plan for education reform. And here's what it has. It has a plan to turn around every failing school, a proposal that is not in Senator Bradley's proposal…It will reduce the size of each class so that teachers have more one-on-one time to spend with their students. It is designed to provide universal preschool all across the United States for every child and every family all across our nation. It is designed to put new resources, not just technical assistance for the community college buildings, but new resources in the form of a national tuition savings plan and a 401-J for lifelong learning to pay the tuition for those who want to go to college and their families don't have the income. . . .

OK. Let's see if I get this. The problem with the schools is that teachers don't have enough time to spend with their students so we need more teachers. Isn't that exactly what Bill just said? Plus, we need more school early on. Isn't that what Bill just said? Oh, you are also worried about people who can't afford college. That's nice, Al. What about the schools, Al?

And finally, I want to connect every classroom and library to the Internet and give the teachers the training they need in the new technologies.

Oh, the Internet again. The solution to all of mankind's ills. Surely school would be so much better if the libraries were better connected. What about the fact that we are boring the kids to death with irrelevant stuff they need to memorize to pass tests that are of no import at all? What about that? What about that we are now making teaching impossible by taking away the freedom to discuss ideas because they won't be on the test? What about that? Back to Bill:

MR. BRADLEY You know, when I was growing up in that small town in Missouri, I went to public school: public grade school, public high school. My mother was a public school teacher, my aunt was a public school teacher. I'm committed to public education.

The most important thing that we can do to improve public education in this country in the next decade is to make sure that there's a great teacher in every classroom. We have to be focused in order to achieve these things. We can spread our interest over the horizon, but if we're focused, we can get a great new teacher in every public school classroom in this country and that is what's important.

And that was it. Back to the teachers suck. No discussion of the real issues, but then, who would expect otherwise?

Actually I am more concerned with the question I raised at the beginning. Why is education on everyone's minds all of a sudden?

The answer is rather complex. We set up test score mania and we got caught up in it. We can't admit that the tests are irrelevant and that the curriculum is irrelevant despite the fact that every kid and many teachers understand this perfectly. Most adults couldn't pass the tests we expect our kids to pass and the kids can't pass them the next week after cramming for them. We just can't seem to stop thinking that these tests matter and so politicians, who love easy answers, have glommed onto pointing out how bad scores are. Since they don't know enough to know that these tests never were worth a hill of beans in the first place, they declared a crisis and declared themselves aware of how to win the crisis by cramming more into everyone's head so that test scores could improve. What if everyone in the whole country scored perfect scores on math SATs? How would this matter? Would we all be happier, or better informed, or more capable of living sane and rational lives? Would we become better voters, or better parents, or even better at business? I don't think so.

The Internet may well have to be the answer. The only way to make curricular change in this country would be to put high quality courses on the net. These courses are coming, Al and Bill. The question is about quality. How good will these courses be? They could be great if the government started to invest serious money in making them great.

I refer the reader to a white paper I wrote (funded by the Department of Education--which actually has many sensible people in it) for a discussion of what I think the future actually holds.

 
 
 

Catenaria - Gestión del Conocimiento
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